
Muchos han oído hablar de Charles Darwin como “el que dijo que el hombre viene del chango”. Su teoría en realidad se llama “selección natural de las especies” En ella propone entre otras cosas que la naturaleza ha escogido para sobrevivir a las especies más capacitadas para la vida, dejando en la historia como especies extintas a las que no se adaptaron.
Una de las especies desaparecidas que hemos registrado es el “pájaro dodo” Era un ave lenta, se acercaba a sus depredadores, no podía volar. No estaba preparada para enfrentarse al hombre. Así que un buen día algún inglés se merendó el último espécimen de dodo.
La Biblia dice algo diferente con respecto a la selección de los hijos de Dios entre la humanidad. Charles Darwin se hubiera ido de espaldas al escuchar lo que Pablo escribió a los Corintios al respecto.
Pablo dice que contra lo que se esperaba, Dios escogió “lo necio del mundo”, “lo débil del mundo”, “lo vil del mundo” y “lo menospreciado”. En términos de “selección natural” es como si por alguna razón “la naturaleza” hubiera permitido de alguna manera que el “Pájaro dodo” existiera en nuestros tiempos.
En otras palabras, es como si para ganar en un partido de básquetbol el entrenador escogiera enanos: Tontín, gruñón, feliz, dormilón y Estornudos ¡Entren a la cancha!
Sin embargo, eso es precisamente lo que dice la Biblia: Dios miró el montón de los sabios, de los fuertes, de los honorables de los respetados, para darse enseguida la vuelta y tomarnos a nosotros, los necios, los débiles, los viles, los menospreciados.
Me he topado con algunas personas que me dicen: yo no soy cristiano porque todos los que son cristianos eran gente problemática antes de serlo: borrachos, rencillosos, ignorantes, depravados. Yo soy una buena persona así que no necesito ser cristiano.
Jesucristo no vino a salvar a los sabios o buenos en su propia opinión, vino a salvar a aquellos que estaban listos para recibirle porque se sabían insuficientes. Las personas solamente pueden ir al doctor cuando reconocen que están enfermos.
Sin embargo aunque éramos la escoria del mundo Dios nos escogió en Cristo Jesús para hacer de nosotros algo diferente...
"Más por el estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; para que,como esta escrito: El que se gloría gloríese en el Señor"
Pablo a los Corintios.