martes, febrero 28, 2006

La oración y la salud de la iglesia


Alguna vez escuché: “el corazón de la iglesia es la reunión de oración”, o dicho de otra forma: la salud de una iglesia se puede saber a través de la cantidad de gente que asiste a las reuniones de oración; Algunos, creen que una iglesia saludable es la que pasa mucho tiempo en oración y tienen largas sesiones de oración y comprometen a sus miembros a tener, listas, cultos, ayunos (y desayunos) cadenas, veladas, círculos (y hasta cuadrados), de oración.

Una cosa es cierta, la oración congregacional (la oración en la iglesia) es un elemento necesario para la salud de la iglesia; de la misma manera que cualquier relación necesita de la conversación para permanecer, de la misma forma en que marido y mujer necesitan hablarse y escucharse para crecer en amor, la iglesia necesita de la oración para crecer en su relación con Dios.

Sin embargo, no es cuestión de cantidad en la asistencia (que no nos hace daño) ni es cuestión de cantidad en tiempo (que no nos perjudica) sino es el contenido, el fondo, el espíritu de la oración, lo que nos dice que tan saludable es una iglesia.

Las oraciones que hacemos dicen tanto de lo que creemos acerca de Dios, de nuestra condición espiritual, del propósito de nuestras reuniones. Si alguna persona escuchara nuestras oraciones ¿Qué conclusiones sacaría? ¿Pensaría que Dios es el Señor de nuestra vida? O Pensaría que Dios es una especie de guardaespaldas y/o alarma automática O quizá que Dios es una especie de “Genio de los deseos”.

¿Qué dice la oración en la iglesia, de tu iglesia?

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